Boda en puerta

Pues en vista del exito obtenido, vamos a casarnos, a formalizar de una vez por todos este compromiso de familia que asumimos definitivamente hace poco mas de un año. Hemos pensado que nuestros hijos mayores, se conviertan en nuestros padrinos. Rodrigo mi hijo mayor dice que el se encargara de la despedida de soltero. No ha de ir muy lejos, con 17 años aun no le permiten entrar a los sitios divertidos, jejeje.

Cumpleaños

Mañana cumpleaños mi hija. No habra reunion familiar, pues mi pareja se encontrara de viaje, lo solucionamos proponiendo otro dia para la reunion. Pero en cambio se acercara su padre, mi ex marido, para estar con ella y su hermano.   Me ha funcionado de la mejor manera estar abierta y sin quejas a quien fue mi esposo. Los chicos han encontrado en esta forma de relacionarnos, mas libertad para sentirse cercanos a cada uno de su progenitores.  No ha sido facil, pa ero al final logré incluso volverme amnesica con relación a todo lo incomodo vivido en la relación anterior. ¿para que cargar lastres del pasado? Con lo pesado que resulta!!

Respeto ante todo

Si hubiera de resumir en una palabra clave la base para una convivencia exitosa, no solo en familias que se ensamblan, sino en cualquier relacion, yo pondria sin dudar la palabra respeto, llevandolo hasta sus últimas consecuencias.  Es verdad que el amor es importante, debiera de ser el motor que da inicio a la relacion, y la mantiene en marcha, sin embargo al igual que en un ejemplo de vehiculo, no es posible sostener la marcha con un motor inmejorable, el respeto como la gasolina, asegura que el motor se mantenga en optimas condiciones, caminando hacia adelante.
Una familia ensamblada son dos historias que se juntan, aportando cada uno formas de ser y hacer. Cada progenitor ha establecido sus propios modelos de crianza y la dinamica en torno a esta suele ser muy particular, diferente pero no por ello equivocada. Habra que tomar en cuenta que cada uno aporta en la educacion a los hijos lo que a su vez vivio de pequeño, bueno o malo, es un referente de si mismo.
El respeto exige que cada progenitor, sobre todo los primeros años, siga siendo el responsable de la crianza del hijo, es verdad que en el espacio común se habrán de marcar limites, reglas y normas que aseguren la sana convivencia, sin embargo, lo mas sano será permitir que sea el propio padre biologico quien se siga encanrgando de asegurarse que se cumpla lo establecido. 
Comparar es irrespetar, nadie es mejor o peor, ni la forma de criar a unos ha sido mejor que la otra, habra que tomar en cuenta que estando en las mismas condiciones y habiendo vivido lo mismo que vivio la otra persona, en las mismas circunstancias, nos llevaria a actuar de la mism manera.  
Respetar incluye el saber que hay que ganarse el cariño de los chicos a fuerza de respetar, no por imposisción.  Es un proceso que lleva tiempo, los grandes cambios, sobre todo los destinados a ser permanentes no se suceden en un par de meses, hay que trabajarlos dia a dia por mucho mas tiempo.

Cuatro años!!

Hoy lei en algun lado, que en teoria son cuatro años hasta que la nueva familia llega a tener se nivel de intimidad de toda familia que se precie de serlo.  Se que saldremos adelante.

Comenzando

    Dar incio a un proyecto de familia de estas caracteristicas, ha sido uno de los retos más importantes y mas delicados que Manuel y yo hemos emprendido en nuestra vida. Me documenté al respecto, solo para descubrir que en realidad todo estaba en nuestra contra.  Al. contrario de una pareja que comienza por vez primera, la nuestra contaba con una serie de personajes que para bien, o para mal formaban ya parte de nuestras vidas. 
     Al contrario de la pareja de recien casados por vez primera, los padres de cada uno dejan de ser problema, la vida les ha mostrado que los hijos no desaparecen con el matrimonio y que la pareja del hij@ deja de ser una amenaza para convertirse en la persona que llega a colaborar en la felicidad del hij@. 
     Pero existen los hijos, que no comprenden porque los padres no pueden estar juntos, y siendo sinceros, me doy cuenta que aún teniendo 80 años seguiremos con la ilusión de ver a nuestros progenitores compartiendo un mismo espacio.  Los hijos no tienen que ver y sin embargo sufren el desarraigo que supone la ruptura de lo que hasta entonces fue su dinamica familiar.  Los mios, además han vivido el cambio de país, y lo que ello supone, dejar colegio, amigos, familia, casa, paisajes familiares, y acostumbrarse a la nueva situación, incluidos usos y costumbres no contemplados con anterioridad.   Quien viene de lejos ha de adaptarse, pero quien ya se encuentra aqui, de repente su mundo deja de ser lo que es, para observar consternado como su propio padre comparte espacio con una mujer y dos chicos que le son completamente extraños.   
      Y si los hijos añaden retos interesantes, ¿que decir de los ex? Siguen apareciendo en la relación, añadiendo comentarios velados a través de los hijos, saboteando muchos veces las situaciones que ocurriendo muros adentro, trascienden, como es natural. 
      Hace ya un año que comenzamos, y vamos bien. A veces me descubro como el señor del chiste, que habiendose tirado de un decimo piso, al pasar por el septimo piso le dice al asombrado hombre que mira por la ventana "hasta aqui todo va bien". Y es asi en nuestra vida: hasta aqui todo va bien.